24 de junio de 2015

Inty Raimy - salida del nuevo sol




El We Xipantu es parte de la tradición milenaria de los pueblos indígenas mapuche. Sin embargo, permaneció durante muchos años oculto y sufrió el embate del sincretismo religioso; mecanismo mediante el cual la iglesia católica quiso cooptar esta celebración, y hacerla parte del andamiaje religioso colonizante. Por eso, durante mucho tiempo cuando llegaba esta fecha, y dada la trascendencia de la misma, la iglesia impuso la celebración de la Fiesta de San Juan, logrando así enterrar esta celebración en el olvido de las generaciones futuras formados en esta tradición enajenante.

Cada madrugada entre el 18 al 24 de junio, (correspondiente al calendario gregoriano) los pueblos originarios del sur, junto con la naturaleza y el universo acostumbran a celebrar el inicio del nuevo ciclo o año nuevo: el “We Xipantu” o “Nquillatún”, término mapuche que significa “año nuevo” o “salida del nuevo sol”; o Inty Raimy (de la tradición inca), celebración que también indica al sol como fuente de renovación y sabiduría.

En nuestro hemisferio, el invierno llega cada 21 de junio y su arribo coincide con el solsticio de invierno. En este punto, se produce un alejamiento de la tierra respecto del sol. Esa fecha marca el día más corto y la noche más larga del año. El Sol es nuestro padre que aporta, a través de su energía opuesta y complementaria a la Tierra -que es femenina, opuesta y complementaria a la energía del Sol-, la fuerza, de modo que se produzcan alimentos para todos, no sólo para los humanos.

En la Tradición indígena, el sol nace cuando llega el invierno; en primavera se convierte en adulto; durante el verano envejece y muere en otoño. Es un proceso de cambio y evolución que comparte la naturaleza en general.

Se trata de una fiesta de agradecimiento por la vida que se renueva. Una conversación con la naturaleza entera, con la comunidad y con el padre Sol, porque el Sol está vivo, porque estamos contentos de que vuelva y con él nosotros volvemos a crecer.
Muchos pueblos originarios de América del Sur, hoy aún celebramos y conmemoramos con nuestras propias formas y nombres La Renovación de la Naturaleza, tal cual fue concebida en tiempos inmemoriales por nuestros pueblos. Con ello continuamos acompañando a la madre tierra a festejar el despertar y regreso a la vida de sus hijos, las plantas, animales, ríos, lluvias, el viento, las personas, entre otros; pues ella se egocija y nos convida a ser parte en la alegría del comienzo de los nuevos ciclos de vida.

La fiesta que celebramos y que llevamos adelante años tras años en el mundo indígena, no es una casualidad, tampoco una ligera interpretación o solo creencias de los abuelos, sino la descodificación, comprensión y entendimiento que desarrollaron en muchos miles de años respecto de la normativa de la naturaleza. Por tanto la celebración y fecha que marca el regreso de la vida en éste hemisferio (año nuevo), no es propiedad de una u otra cultura, sino de todos aquellos seres humanos, animales, árboles, ríos, aves etc., que nacimos y cohabitamos en esta parte del planeta.


Fuente: www.circuloastronomico.cl
www.ecoportal..net



Fotografía y texto extraído de  Agenda Varón 2015    -    foto . gráfica   -

Agenda producida de manera artesanal con el objetivo de promover el arte, la comunicación y la expresión fotográfica. Cada una de las fotografías que se encuentran en ella son de autoría propia.
Diseño, diagramación e imágenes: Pao Alonso

21 de junio de 2015

la anciana...




Su estación es el invierno, su fase lunar, la luna negra, época de hibernación, de quietud y de renovación.
La Anciana ha cultivado el don del silencio, la escucha, y el desapego. Sabe que en el vacío y en la muerte está la semilla de un renacimiento. Es sabia y visionaria.
Su fase del ciclo menstrual es la menstruación: fase de introspección, de descanso y de conexión con lo más profundo en nosotras, el lugar en donde las visiones creativas se gestan.
Es Hestia, la Diosa del hogar, cuidadora del mundo interior y del fuego sagrado, su símbolo es el círculo y nos lleva a la esencia.
Es Innana, antigua diosa sumeria, que abandona su lugar como ‘Reina del Cielo’ para bajar al submundo, encontrarse con su hermana Ereshkigal, y allí morir y renacer.  Personifica el viaje de la heroína y del alma, hacia lo más profundo, para volver con el tesoro de la sabiduría.
Es Hécate, Diosa griega de la luna negra, guardiana de los cruces y de la intuición profunda, ofrece su sabiduría y guía para atravesar la oscuridad.
Es Ceridwen, Diosa galesa, guardiana del caldero de la inspiración y de la sabiduría, manifestación de la creatvidad y destrucción universales en la transformación eterna.
Su rito de paso es la muerte y los tiempos de transición, pérdida y envejecimiento. Con la comprensión cíclica de la vida y la muerte, entendemos que sin desintegración no hay renovación.



Sophia Style
Fuente: www.mujerciclica.com



Fotografía y texto extraído de  Agenda Mujer 2015    -    foto . gráfica   -

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Diseño, diagramación e imágenes: Pao Alonso


15 de junio de 2015

¡viajá más!



¡Viajá más! Si te vas a empeñar en algo, empeñate en irte. Cada vez que podás, y cada vez por más tiempo. Seguí los mismos sueños, hacé los mismos planes, emprendé los mismos proyectos y repetí los mismos errores si querés. Pero viajá más.

En los próximos años te van a distraer ideas, sentimientos y personas. Aferrate al plan, que sé lo que te digo. Invertí en viajar, que es invertir en vivir. Usá lo que te ganés para alejarte de vez en cuando, que no puede haber perspectiva sin distancia. Andate y volvé, y andate. Nada te va a dar momentos de mayor felicidad. Viajá joven, las circunstancias no harán más que complicarse luego. Viajá lejos y viajá cerca. Viajá con tu gente más querida, viajá sol@; viajá solter@.

Solo después viajá en pareja. Nada pone a prueba el amor como viajar juntos, decía Mark Twain, viajero incansable y astuto que encontró el amor viajando.

Caminá, caminá, caminá. Gastate los pies recorriendo calles nuevas. Perdete sin miedo. Hablá con desconocidos, escuchá todas las historias, hacé todas las preguntas. Comé sol@, comé en pelota, comé sin prisa, comé de camino. Comé allá lo que nunca vas a comer acá. Lo caro y lo barato, lo verde y lo rojo, lo duro y lo espeso.

Exprimí cada día y cada noche. Emborrachate al menos una vez en cada ciudad. Probá todo lo que no te mate. Hacé el ridículo. Enamorate por un par de días. Amá en otro idioma. Hablá en lenguas. Viajá con humildad, que es lo que garantiza la capacidad de asombro.

Asombrate de lo épico y de lo simple, de lo extraordinario y lo mundano. Asombrate de los olores, de los colores, de la naturaleza y de lo que la gente hace con la naturaleza. Asombrate del arte, del caos, del futuro y del pasado, de lo exquisito y lo repugnante. Aprendé sin soberbia y dejate arrollar una y otra vez por el asombro, que es lo que hidrata al alma y al cerebro. Que “viajar es fatal para los prejuicios, la intolerancia y la estrechez de mente”, escribió Twain en sus crónicas. “Nadie adquiere una visión amplia, saludable y generosa si se queda en una esquina de la Tierra toda su vida”, remataba.

Vas a ver que el mundo se va a hacer más pequeño. El obstáculo entonces será tu voluntad, o la falta de ella. Me habría gustado entenderlo más temprano. Que no te pase.


Por Cristian Cambronero 
(Tinta Fresca: Carta a mí mismo cuando tenía 20 años)


Esta obra está bajo una licencia Creative Commons     .    pao alonso . fotografía



9 de junio de 2015

... patriarcado...



Vivimos bajo un patriarcado que ha sido dulce y agraz, civilizador y destructor, pero que en última instancia lleva a la exaltación de los rasgos masculinos de competitividad y agresión.

A un predominio extremo del intelecto sobre el afecto y sobre el instinto. Un patriarcado que nos ha constituido como seres fragmentados y nos ha llevado como sociedad al colapso ambiental, social y político. “La sociedad patriarcal existe en interdependencia con la mente patriarcal: una forma de organización psíquica que refleja y perpetúa el dominio masculino en la sociedad, con su énfasis en la agresión sobre la ternura, la competición sobre la colaboración, la explotación sobre el cultivo, y en la que milenios de dominio del padre en la familia han resultado en el reemplazo de los sanos vínculos fraternales por vínculos de obediencia y dependencia por parte de personas crónicamente infantilizadas”.

Pero este patriarcado está herido de muerte por la propia exacerbación de su
destructividad. Podemos colapsar o podemos renacer. Es nuestra responsabilidad.
Depende del trabajo en nuestra propia conciencia. Hay que liberar nuestro potencial personal y colectivo.

“Solo un cambio de conciencia podrá cambiar el curso de la historia y, más
específicamente, una transformación masiva de la mente patriarcal en una mente sana, plena y equilibrada”.



La Mente Patriarcal, Claudio Naranjo - Epilogo Martin Hopenhayn



Fotografía y texto extraído de  Agenda Varón 2015    -    foto . gráfica   -

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Diseño, diagramación e imágenes: Pao Alonso