21 de junio de 2013

Año Nuevo del Sur...

Mendoza . 2012 . © pao alonso . fotografia


El We Xipantu es parte de la tradición milenaria de los pueblos indígenas mapuche. Sin embargo, permaneció durante muchos años oculto y sufrió el embate del sincretismo religioso; mecanismo mediante el cual la iglesia católica quiso cooptar esta celebración, y hacerla parte del andamiaje religioso colonizante. Por eso, durante mucho tiempo cuando llegaba esta fecha, y dada la trascendencia de la misma, la iglesia impuso la celebración de la Fiesta de San Juan, logrando así enterrar esta celebración en el olvido de las generaciones futuras formados en esta  tradición enajenante.

Cada madrugada entre el 18 al 24 de junio, (correspondiente al calendario gregoriano) los pueblos originarios del sur, junto con la naturaleza y el universo acostumbran a celebrar el inicio del nuevo ciclo o año nuevo: el “We Xipantu” o “Nquillatún”,  término mapuche que significa “año nuevo” o “salida del nuevo sol”; o Inty Raimy (de la tradición inca), celebración que también indica al sol como fuente de renovación y sabiduría.

En nuestro hemisferio, el invierno llega cada 21 de junio y su arribo coincide con el solsticio de invierno. En este punto, se produce un alejamiento de la tierra respecto del sol. Esa fecha marca el día más corto y la noche más larga del año. El Sol es nuestro padre que aporta, a través de su energía opuesta y complementaria a la Tierra -que es femenina, opuesta y complementaria a la energía del Sol-, la fuerza, de modo que se produzcan alimentos para todos, no sólo para los humanos. 

En la Tradición indígena, el sol nace cuando llega el invierno; en primavera se convierte en adulto; durante el verano envejece y muere en otoño. Es un proceso de cambio y evolución que comparte la naturaleza en general.

Se trata de  una fiesta de agradecimiento por la vida que se renueva. Una conversación con la naturaleza entera, con la comunidad y con el padre Sol, porque el Sol está vivo, porque estamos contentos de que vuelva y con él nosotros volvemos a crecer.

Muchos pueblos originarios de América del Sur, hoy aún celebramos y conmemoramos con nuestras propias formas y nombres La Renovación de la Naturaleza, tal cual fue concebida en tiempos inmemoriales por nuestros pueblos. Con ello continuamos acompañando a la madre tierra a festejar el despertar y regreso a la vida de sus hijos, las plantas, animales, ríos, lluvias, el viento, las personas, entre otros; pues ella se regocija y nos convida a ser parte en la alegría del comienzo de los nuevos ciclos de vida.

La fiesta que celebramos y que llevamos adelante años tras años en el mundo indígena, no es una casualidad, tampoco una ligera interpretación o solo creencias de los abuelos, sino la descodificación, comprensión y entendimiento que desarrollaron en muchos miles de años respecto de la normativa de la naturaleza.
Por tanto la celebración y fecha que marca el regreso de la vida en éste hemisferio (año nuevo), no es propiedad de una u otra cultura, sino de todos aquellos seres humanos, animales, árboles, ríos, aves etc., que nacimos y cohabitamos en esta parte del planeta.


Fuente: www.circuloastronomico.cl
            www.ecoportal.net



7 de junio de 2013

Yo también creo que el arte puede cambiar el mundo


Puede el arte cambiar el mundo?

Muchos dirán qué “NO” sin apenas pensarlo; otros pensarán que “depende” a los 3 segundos; y algunos soñadores, tras segundos recapacitando, en su mente sonará un  “Sí, el arte puede cambiar el mundo”.

Porque el arte es creación, es juego, es diversión, es un espejo donde reflejar la realidad, donde poder jugar y llegar a transformarla. Es todo esto, pero es mucho más: el arte también es político.

Porque el arte, vinculado a la acción social, puede generar impactos en el entorno. La creación artística permite ocupar espacios políticos y democráticos: Promueve la participación social de personas en riesgo de exclusión, genera reflexión sobre hábitos y formas de vida, aumenta habilidades y estimula sentimientos de pertenencia y arraigo. Puede cambiar la vida de las personas y contribuir a su desarrollo humano.

Con las artes, creamos algo nuevo. En las artes, estamos cada uno, a nuestra manera, en una batalla contra la homogeneización, luchando por construir una nueva percepción de nosotros mismos, el sentido de la posibilidad, y una manera diferente de ver. Empezamos nuevas conversaciones que se cruzan más allá de los límites de lo común y se olvidan los temas creados por los intereses de los poderosos. Ya no somos consumidores de cultura, sino, más bien, sus creadores.

El arte puede servir como un obstáculo en la calle, que nos obliga a detenernos para reflexionar y puede levantar sonrisas en el día a día de una persona. 

El proceso de creación, incluyendo la escritura y la narración de nuestras historias, puede ayudarnos a desacelerar la marcha para que podamos reflexionar juntos, en lugar de hablar sin escucharnos. Vivimos en una cultura de medios de comunicación y estamos en una batalla de ideas y valores. El arte ayuda a crear, a dar vida a las ideas y a hacer visibles los valores.

Todas las formas de organización comunitaria son actos creativos. Todas las formas de organización comunitaria buscan debatir ideas, generar debate, postular una visión del mundo, cuestionar el modelo, ayudar a personas, asistir a necesidades, unir comunidades que han sido fragmentadas por la desconfianza al otro, el miedo, y el silenciamiento de su conocimiento personal por el poder de los medios y el sistema.

El arte es parte inherente al ser y todas sus formas de expresión son formas de comunicación con el otro. Las calles son el espacio donde esas manifestaciones se evidencias en todas sus formas. La calle es el lugar donde exponemos nuestras ideas y mediante ellas podemos integrar al otro, contarle lo que pensamos, hacerlos pensar, mostrar un mundo, una realidad diferente. Escucha y mira la calle. Ella está llega de gritos de gentes que intentan ser escuchadas, que intentan despertarte para que te cuestiones como quieres vivir, cuántos somos los que queremos cambiar esta realidad y cómo es posible hacerlo.